En un mundo empresarial en constante evolución, donde la inteligencia artificial se consolida como motor de innovación, compañías como BASF y Almirall están marcando el camino al combinar esta tecnología con sólidas estrategias de ciberseguridad y un enfoque estratégico en la gestión de datos.
La adopción de la IA en las empresas puede tener un impacto profundo en su productividad y eficiencia. Sin embargo, tal y como muestra el Informe Ascendant 2024, no existe un enfoque único a la hora de abordar esta tecnología.
Algunas organizaciones optan por estrategias disruptivas que buscan transformaciones profundas, mientras que otras prefieren enfoques más conservadores, centrados en optimizar procesos específicos para generar valor añadido.
Un aspecto clave de estas estrategias es decidir dónde generar impacto:
Definir este enfoque permite alinear la tecnología con los objetivos del negocio, abriendo la puerta a soluciones desarrolladas internamente o la adquisición de productos de terceros especializados.
En el caso de BASF, su estrategia IA está establecida en varios niveles:
La automatización de tareas corporativas del día a día con una versión propia de ChatGPT les permite hacer consultas de su información sin riesgos de fugas del knowhow al exterior. Además, sus 30.000 licencias de Copilot (Microsoft) para automatizar tareas y su chatbot, llamado SIA, les facilita atender consultas internas de IT.
La creación de un Smart Credit Optimizer, les permite fijar créditos de clientes evitando riesgos y aprovechando oportunidades. Además, han desarrollado dos modelos innovadores: IA Pricing Engine y Negotiation AI, diseñados para fijar precios a clientes y poder negociar con proveedores de pequeños importes.
Lo más interesante, sin embargo, se encuentra en el entorno operativo, con ChatGPT. Este sistema integra procedimientos de trabajo, esquemas de mantenimiento y otras directrices específicas para cada planta. Permite a los operarios realizar consultas sobre cómo ejecutar determinadas operaciones, ofreciendo soluciones en tiempo real, lo que resulta especialmente útil en situaciones de ausencia de personal, funcionando como un «superoperario» que garantiza la continuidad de las operaciones.
Al aprovechar la IA, BASF se posiciona como líder en su sector, destacándose frente a sus competidores.
En Almirall, lo que hacen es aplicarlo a su core business, es decir, en los procesos diferenciales de su cadena de valor:
Explorando tanto información interna como información de mercado, ligado al mundo de la ciencia. Lo que les permite ahorrar dinero, ya que es uno de los procesos más demandantes a nivel financiero.
A veces es complicado saber el efecto de los medicamentos en los pacientes, por ello, utilizan la IA para recibir y procesar mejor el feedback dentro del marco legal.
Utilizan productos de terceros para generar eficiencia.
“Los datos son la gasolina con la que funciona la IA”.
Jesús Tomé Castro, Head of Data, Analytics, AI & Modern Workplace en Almirall
La calidad de los datos es esencial para el éxito de cualquier iniciativa basada en IA. Para ello, es imprescindible contar con una estrategia sólida de gobierno de datos, que actúe como pilar fundamental para garantizar su eficacia.
En sectores altamente regulados como la industria química o la farmacéutica, la ciberseguridad ocupa un lugar esencial.
BASF y Almirall son ejemplos destacados de cómo una estrategia de IA bien definida e implementada puede maximizar el valor de los negocios.
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La integración de la IA en procesos complejos, como los de ingeniería industrial en Técnicas Reunidas, ha contribuido a optimizar la gestión de datos y aumentar el valor empresarial.
La IA… ¿Puede potenciar la creación de hogares más inteligentes y conectados? ¿De qué forma protege nuestros ecosistemas? ¿Cómo contribuye a mejorar la relación entre el ciudadano y la Administración Pública? ¿Qué impacto está generando en los procesos industriales?
Peter Drucker dijo: “La cultura se come como desayuno a la estrategia”. La cultura traduce cualquier estrategia en acciones y comportamientos que producen los resultados, por lo que es innegable su impacto en cualquier transformación empresarial.